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Renovación de votos de Cruz y Juan: 25 años de amor celebrados en El Morrito


El pasado sábado 9 de agosto, el cortijo El Morrito se llenó de emociones, risas y recuerdos para celebrar el 25 aniversario de matrimonio de Cruz y Juan. Una jornada calurosa, sí, pero también cálida en afecto, con familiares y amigos reunidos para acompañarles en este momento tan especial.


Preparativos con elegancia y estilo

La pareja se preparó en las acogedoras habitaciones de la propia hacienda. Cruz lucía radiante con un diseño exclusivo de Eloy Enamorado (@eloyenamoradooficial), complementado por el impecable maquillaje de Cristina Arroyo (@cristina.arroyo.beautysalon). Juan, por su parte, apostó por la elegancia atemporal con un traje azul que transmitía sobriedad y clase.


Una ceremonia íntima y emotiva

El acto tuvo lugar en un pequeño patio interior, junto a la encantadora capillita del cortijo, presidida por la imagen de la Encarnación. La decoración, con sillas de caña y enea, aportaba ese aire rústico y andaluz que encajaba a la perfección con el entorno.

Juan llegó acompañado de sus hijas, Carmen y Susana, mientras que Cruz, visiblemente emocionada, hacía su entrada junto a su hijo Juanito. La ceremonia fue conducida por Antonio, hermano de la novia, que supo imprimir cercanía y calidez a cada palabra. Entre las intervenciones destacaron las de Juanito, Susana, Isabel y las damas de honor, todas ellas vestidas en un delicado tono malva.


Pétalos, sonrisas y brindis

Tras el “sí” renovado, la pareja fue recibida en el jardín con una lluvia de pétalos. Las fotos se sucedieron con todos los invitados, mezclando retratos formales, imágenes espontáneas y momentos llenos de complicidad.

La celebración, en formato cocktail, estuvo a cargo del nuevo Catering Brujas, de Gerena, que conquistó a los asistentes con una propuesta gastronómica cuidada y original.


Sorpresas y fiesta hasta el amanecer

Entre los muchos regalos, destacó la inesperada actuación de una tuna, que arrancó sonrisas y hasta alguna lágrima, especialmente a Cruz, que disfrutó como nunca de este detalle.  Y para añadir un toque aún más dulce, los asistentes disfrutaron de un encantador puesto de buñuelos como regalo sorpresa.

La noche terminó por todo lo alto con la música del DJ Machelo, que mantuvo la pista llena hasta las primeras luces del día, cerrando así una jornada que no solo celebraba 25 años de matrimonio, sino también una historia de amor que sigue viva y vibrante.



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