Una boda mágica en El Esparragal: Amor entre naturaleza y tradición
- devegafotografia0
- 4 jun
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Hay lugares que cuentan historias incluso antes de que empiecen. El Cortijo El Esparragal, en Gerena, es uno de ellos. Entre olivares, sierra y campiña, este histórico cortijo andaluz acogió una boda de esas que se recuerdan por el alma, el entorno… y por lo bien que lo pasamos todos.
Sara y Javi eligieron un enclave privilegiado para casarse: un antiguo cortijo de labranza reconvertido en hotel rural de lujo, con estancias señoriales, jardines de película y patios que parecen sacados de otra época. Paredes encaladas, fuentes, flores y adoquines de granito de Gerena fueron el decorado perfecto para una historia de amor sin artificios, pero con mucha verdad.
Ambos se prepararon en las habitaciones del cortijo, decoradas con tapices y detalles que rezuman historia. Javi, músico de profesión, tuvo a sus amigos como protagonistas de una ceremonia civil celebrada bajo el árbol del amor, en mitad del jardín, con música en vivo y muchas risas - y llantos -. Sara, con un estilo natural y elegante, caminó hacia el sí quiero con una sonrisa que no se borró en todo el día.
Tras la ceremonia, paseamos por los jardines para un reportaje de exteriores que fue más un juego que una sesión: cada rincón del cortijo parecía haber sido diseñado para una fotografía. Entre abrazos, confidencias y alguna que otra carcajada, construimos un recuerdo visual lleno de autenticidad.
El aperitivo se sirvió en el patio más gerenero del cortijo, con su suelo de adoquín de granito y alma sevillana, donde los novios brindaron, rieron y charlaron con sus invitados. La cena, ya al caer la tarde, tuvo lugar al aire libre, con una iluminación mágica que transformó el jardín en un escenario de cuento.
Y cuando empezó la barra libre, el patio sevillano se convirtió en pista de baile con su majestuosa fuente como testigo. Allí, al son de la música, Sara y Javi y sus invitados bailaron, rieron y celebraron el amor como solo se hace cuando todo está en su sitio.
Desde DEVEGA FOTOGRAFÍA, solo podemos dar las gracias por permitirnos acompañarles y contar esta historia con imágenes. Fue un día de luz, de belleza y de verdad.







































































































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